miércoles, 12 de marzo de 2014

El mercado exterior


Dada la situación actual de nuestro mercado doméstico se ha puesto de moda en la cultura empresarial la palabra internacionalización. Actualmente leemos en diversos medios de comunicación notas sobre la internacionalización de las empresas, sobre exportaciones y sobre el mercado mundial, pero de que va todo esto.

Estamos en el siglo XXI y las cosas parece que han cambiado. Vivimos en un mercado Global en donde el tráfico de mercancías es una constante si bien es cierto que siempre han existido flujos de comercio entre países, tal vez, la diferencia con los tiempos que corren sea la fluidez y velocidad a que se desarrollan los mismos.
En el mundo actual no podemos como empresa estar al margen de esta realidad, hoy en día la competencia llega por todos lados, al margen de que no seamos una empresa exportadora tenemos que tener en claro que existen empresas exteriores que compiten con nosotros en nuestro mercado local a través de las importaciones. Las cuotas de mercado son cada vez más reducidas por lo que para sobrevivir en este mundo debemos permanecer activos y atentos sobre el entorno que nos rodea.
Pues bien vivimos en un mundo comercial internacionalizado, ahora la decisión pasa por si nos atrevemos a dar el paso hacia delante y competir en mercados foráneos de forma activa, es decir, como damos ese paso a eso que llaman EXPORTAR.
El proceso de internacionalización de una empresa y ser parte del comercio exterior, es decir, ser exportadores activos de nuestros productos no es un proceso sencillo aunque tampoco imposible de conseguir, existen sobrados ejemplos de pequeñas empresas que han logrado insertarse en el comercio exterior con esfuerzo, tenacidad y profesionalismo.
El proceso de internacionalización de una empresa es una carrera de fondo, es una tarea que implica un esfuerzo constante y todas las personas que forman parte de la empresa deben tener en claro que los resultados no se consiguen de la noche a la mañana, es una estrategia donde toda la organización debe girar hacia una filosofía implicada con este proceso, sin este cambio de mentalidad los esfuerzos serán en vano y los objetivos tal vez no se consigan.
Realizar un esfuerzo sin saber como hacerlo puede implicarnos gastos que luego no se rentabilicen y la diferencia entre un gasto y una inversión es la rentabilidad.
Desarrollarnos en mercados externos y llegar a participar de forma activa en ellos implica un proceso de aprendizaje y como todo proceso de aprendizaje tiene sus tiempos por lo que la precipitación nos puede conducir al fracaso.
Es necesario desarrollar una estrategia y para  ello necesitamos recabar información detallada sobre todos los aspectos que implica el proceso de internacionalización, la investigación de los posibles mercados, gustos, costumbres y cultura son tareas necesarias y no las podemos contemplar como un gasto sino como una inversión y para ello es necesario contar con los recursos humanos y financieros adecuados para este proceso.
La inversión en la investigación y planificación de una estrategia nos conducirá a evitar posibles errores y gastos de tiempo y capital innecesarios en el futuro.
         Lo que debemos tener en claro es que lograr estos cambios en nuestra empresa no puede ser tomado como algo a la ligera, no podemos esperar resultados inmediatos ya que, como todo en esta vida, todo forma parte de un proceso, sino tenemos claro esto el fracaso esta garantizado.
Así que ya sabemos si queremos tener éxito en el mercado internacional debemos esforzarnos e invertir en nuestro desarrollo como empresa, hacer las cosas de forma seria y trazando una hoja de ruta con objetivos, el mercado internacional es  altamente exigente y nadie gana improvisando.

 Saludos a todos.
 Gracias por leerme.
 Ariel Giacinti.

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